martes, 13 de abril de 2010

¿Por qué algunos conductores de noticias serán tan imbéciles?


Mauricio Kurky y Laura Pu
Si bien es cierto que, como señalan los especialistas, una de las funciones principales del periodismo es también entretener, no justifica que un programa supuestamente “noticioso” se despeñe por el tobogán de la frivolidad y el absurdo. La semana pasada tuve la desgracia –por cuestiones de trabajo– de monitorear y chutarme por completo    las emisiones de Primero Noticias (1:N), el noticiario matutino de Canal 2 cuyo titular es Carlos Loret de Mola.

¡No me rompan los cojones! A los problemas estructurales del programa –como presentar las noticias principales sin un análisis de forma y fondo- se anexa el afán de preponderar información intrascendente. Por ejemplo, la nota de toda la semana fue el caso de la niña Paulette, lamentable por cierto pero, que no merece la inmensa cobertura que han hecho sobre el asunto los medios de comunicación.

Otro recurso de 1:N es la reiterativa presentación de “Notas amables” y fotos supuestamente enviadas por el auditorio que, lejos de consistir un instrumento de denuncia ciudadana, apelan al humor simple y ramplón: letreros con faltas ortografía, mascotas haciendo gracejadas y toda clase de pentontadas que nadie no haya visto ya antes por Internet.

Por si lo anterior no bastara, hay que soportar a un elenco de conductores y reporteros cuya única virtud, en algunos casos, es la estupidez. Aparte de las tontas que aparecen hablando del clima y tecnología, mención honorífica merecen los dos subnormales que, mañana con mañana, hacen el ridículo en la sección de espectáculos: Mauricio Clark y Laura G.

Él, es un payaso patético, un híbrido entre Goofy y Clavillazo que sale a cuadro haciendo cualquier idiotez con tal de no desaprovechar sus 15 minutos de fama. El daño cerebral tan avanzado que padece le impide razonar que su labor como reportero es presentar cápsulas sobre espectáculos y no ser él quien da el espectáculo. Lo peor del pobre Mauricio Kurky es que se esfuerza por hacerse el chistoso y tiene la misma gracia que una patada en los Gumaros.

Y la tal Laura G, es un higadito ambulante que no se conforma con atormentar al televidente con su sección sino que todavía tiene la poca fortuna de interrumpir las notas de otros conductores como Toño de Valdés, quien ya sólo pone cara de “ahí viene esta pendeja otra vez” cada que ella se le arrima. Eso sí, Laura Punto G sale enseñando pata, nalga y chichi; con este atuendo y su actitud tan imbécil, acaba por reforzar los estereotipos sexistas que presentan a la mujer como un objeto de ornato que no debería de hablar porque de su boca no saldrá nada inteligente. Las otras conductoras del programa, que también están bien sabrosas, van en el mismo tenor.

Definitivamente, Mauricio Clark y Laura G son un asco, merecen que que cada uno de los ciento y pico de millones de mexicanos que somos vayamos y les tiremos un pedo en la cara.

Aparte, la emisión se encuentra retacada de comerciales que promocionan las medicinas chafas de “Primer Nivel” y los productos milagro de “Genoma Lab”, ambas pseudo empresas propiedad de la misma Televisa que ahora también lucra con nuestra salud.

El noticiero Primero Noticias demuestra que la oligocracia de los Azcárraga no quita el dedo del renglón sobre aquello de hacer televisión para “jodidos” (jodidos en mayor parte por el contubernio Televisa-TVAzteca-Gobierno federal que ha secuestrado por décadas a la democracia mexicana).

Pero, ¿esa es la televisión que merecemos los mexicanos? ¿En realidad somos los “jodidos” que aspiramos sólo a basura televisiva para retardados?